Estados Unidos contribuye a que vuelvan los golpes de Estado a las Américas
PRIMERA PARTE.
La doble moral al pedir Obama que debe regresar Zelaya a la presidencia y la de su subsecretario adjunto del Departamento de Estado Craig Kelly, al declarar, en su visita a Honduras, que Estados Unidos reconocería las “elecciones” del 29 de Nov., Restituyan o no a Zelaya
Cuando faltan sólo 5 días para que se consuma el Golpe de Estado en Honduras, el nuevo modelo de dictador de Roberto Micheletti se sostiene contra viento y marea apoyado por las fuerzas de los uniformados y de los poderosos de todos los tiempos, los que delinean la política hondureña, que sea en su beneficio, en una lucha de poderes impresionante que hasta los republicanos de los Estados Unidos fueron a dar su apoyo a los levantados en armas que derrocaron al gobierno de Manuel Zelaya Rosales, elegido democráticamente, y a quien de un solo sombrerazo lo sacaron de la presidencia y del país a punta de ametralladora.
El típico estilo utilizado por los uniformados militares es el mismo que se utilizó a lo largo de decenas de años en América Latina: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Chile, Perú, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, República Dominicana y Haití, entre otros.
Hay consenso en las economías de libre mercado, con sus asociaciones y cámaras de dejarse influenciar por los poderes recalcitrantes de la derecha extrema, desestabilizando las actuales democracias para perpetuarse en el poder los uniformados de los militares, volviendo a prácticas y ciclos de Golpes Militares, con las intenciones de recuperar el poder perdido por ellos, el control de las fuerzas de seguridad, para despacharse con la "cucharada grande" con los beneficios de quitar y poner presidentes espurios, por órdenes de los poderosos y en muchos de los casos por ellos mismos que han sido los legítimos representantes golpistas.
El vicepresidente del Legislativo de Honduras, Ramón Velázquez, otro de los tiranos de ese país, fue igual déspota al declarar que el Congreso no tenía fecha para reunirse y tratar si Zelaya debería ser restituido o no, como si se tratara de algo intrascendente, y no como lo que es, la peor crisis porque sus uniformados han manchado sus hojas de servicios por ambiciosos, beligerantes en la vida política de su país; corruptos, asesinos y brazo derecho de los verdaderos verdugos del pueblo, los apátridas de los poderes de la economía y de los medios de comunicación social, en manos de gente que avergüenza y esclaviza a todo un país, y que nada tienen que ver con un apostolado de periodismo al servicio de las mayorías.
El Acuerdo Tegucigalpa-San José, firmado el 30 de octubre para poner fin a la prolongada crisis, no surtió efecto porque el país del norte tienes dos morales, la del presidente Obama y la del Departamento de Estado. Obama declaró que no reconocería al candidato que resultara elegido, en caso se llegaran a realizar las elecciones, sino era restituido en su cargo el presidente Zelaya.
El Departamento de Estado de corte republicano, mandó a sus emisarios congresistas a decirle a los golpistas que estaban con ellos y que los apoyarían, y que no restituyeran a Zelaya porque no era del beneplácito del Departamento de Estado.
Obama hizo mutis a la declaración de Craig Kelly, Subsecretario adjunto de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, la cual fue vista como la posible respuesta de Obama a la carta enviada por Manuel Zelaya. Pero no, resulta que Kelly declaró fría y tajantemente que Estados Unidos reconocería al candidato triunfador en las elecciones del 29 de Noviembre, fuera o no restituido en su cargo el Presidente Zelaya.
Con ésta declaración, Zelaya y sus seguidores se quedaron atónitos, porque el país más poderoso del mundo, con su nuevo gobierno de “cambio”, como lo martilló Obama a diestra y siniestra, regresaba al pasado convirtiéndose en cómplice y rector de los golpes de estado en las Américas, que hoy por hoy se habían liberado de las sanguijuelas de los militares y de los poderosos inversores, bancos, políticos y propietarios del los mal llamados medios de comunicación social, a quienes bautizamos como los medios de comunicación al servicio de la opresión, la injusticia, la práctica de la esclavitud, la explotación y la corrupción. Y de los poderes del estado del poder Judicial y el Legislativo, que siempre han legislado y protegido a la mafia de los poderes económicos de Honduras.
"Nosotros pensamos que es muy importante seguir adelante con las conversaciones y las reuniones con el equipo de Micheletti para alejar la preocupación de la población porque pensamos que la salida para el pueblo hondureño son las elecciones, pero queremos avanzar con el apoyo internacional y que esto se haga a través del Acuerdo San José", dijo Kelly. Esto fue una falacia política diplomática del Sr. Kelly. El sólo llegó a Honduras a consumar el golpe de Estado.
Este republicano en el poder de los demócratas, decía en público lo que Estados Unidos le venía diciendo a los golpistas en privado, por eso esos lacayos, enemigos de la democracia, siempre actuaron desafiantes, porque Estados Unidos no sólo confundió con su doble discurso de no apoyar el golpe de estado, pero finalmente declaró Kelly que su pais reconocería al triunfador de las elecciones del 29 de Noviembre, indistintamente si era o no restituido Zelaya en la presidencia.
Aunque en la contienda electoral los principales aspirantes son el empresario e ingeniero civil Elvin Santos (46 años) del oficialista Partido Liberal (PL, derecha, con bandera rojo y blanco) y el agricultor Porfirio Lobo (66 años) del Partido Nacional (PN, también de derecha, representado por bandera azul con una estrella blanca en el centro).
Carlos H. Reyes, independiente, se retiró del proceso y César Ham de Unificación Democrática (UD, izquierda) decidió también retirarse porque ambos son miembros del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado del 28 de junio, que depuso al presidente Manuel Zelaya.
CONTINUARA...
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