domingo, 23 de agosto de 2009
En la Nueva Era del CAMBIO, Obama reconoció como “círculo vicioso” la economía estadounidense
Ahora no solo es el problema económico con el que está lidiando el presidente Obama, sino el aparentemente "minúsculo" golpe de estado en Honduras, que amenaza a toda la región con institucionalizarse, como sucedió en el vergonzoso pasado, cuando los militares hicieron de las suyas. Golpe tras golpe.
Líderes del mundo y “seudo economistas” experimentan pánico al cambio; ya lo cuestionan…lo atacan y se permiten faltar al respeto...y hasta tildan de comunista a Obama.
EL MUNDO ESTA A LA EXPECTATIVA, ESPERANDO QUE POR FIN LA OEA SIRVA DE ALGO, OBLIGANDO AL TESTARUDO DE MICHELETTI A ABONDONAR EL PODER QUE DETENTA POR LA FUERZA.
Parte XXIX
Por Dr. Giorgio Leone.
No más tiempo a los golpistas hondureños, exigen los mandatarios del mundo. La OEA debe ser como ya lo expusimos en Semanario AmericasCaribes, en nuestra sección informativa. Firme en su postura de poner un ultimátum a los cabecillas del golpe de estado del 28 de junio.
Si los bribones “Alí Babá y los 40 ladrones” se resisten a no entregar el poder a su legítimo presidente elegido constitucionalmente, Manuel (Mel) Zelaya Rosales, quien deambula como "judío errante" con la presidencia hondureña de arriba a abajo. Pero eso si, cumpliendo con las obligaciones internacionales que competen a su alto cargo.
Micheletti es un hombre sin dignidad, porque no entendemos porqué se empecina al poder si ningún país le ha dado la razón a él ni a su sequito de seguidores, o mejor dicho, Micheleti se ha convertido en testaferro de los militares, de los propietarios de los Medios de Comunicación Social de derecha extrema, de los muy ricos, y del presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Ellos saben que tienen que entregar cuentas a la justicia hondureña por el delito de "traición a la patria" que han cometido todos.
Si hoy los cafres prepotentes y soberbios de los golpistas no se disponen a entregar el poder, sin condición alguna, la OEA, Estados Unidos, Canadá, los gobiernos de toda Latinoamérica y el Caribe; Europa, Asia, Medio Oriente y Oceanía, deben dejar la diplomacia por un lado e ir a las acciones.
Estos civiles, militares de conciencia y de ejemplos, deberán enfrentar a la Justicia internacional, a donde se les deberá procesar. Aparte que, si en 48 horas no entregan el poder al Presidente derrocado de Zelaya, se debe proceder a prohibir, como ya se dijo, aterrizar los vuelos procedentes de Honduras, en los aeropuertos de los países del mundo, sean estos comerciales o privados.
Como si esto fuera poco, se debe proceder a romper relaciones comerciales con ese régimen dictatorial y de facto. Suspender embarques de combustible derivados del petróleo; y, los países centroamericanos que tienen frontera con Honduras, sugerirles que cierren las mismas hasta que retorne el presidente Zelaya.
Como tiro de gracia, no expedir, por parte de los países del mundo, ningún visados a altos funcionarios, propietarios de Medios de Comunicación Social de extrema derecha, ni a prominentes empresarios, militares, ni a los altos funcionarios que ha nombrado ilegítimamente Micheletti.
Esto sería el jaque mate contra los golpistas, porque esa gente no solo viola los derechos humanos, sino mata gente, apresa a activistas y ciudadanos que protestan pacíficamente por las calles de Tegucigalpa, exigiendo el retorno de Manuel Zelaya a la presidencia.
Nosotros creemos que el envalentonado de Micheleti es el que deberá entregar cuentas a la justicia hondureña y no Zelaya, como lo ha querido él hacer creer si Zelaya se atreve a regresar a Honduras. Simplemente lo que pretende es meterle miedo al presidente legítimo de Honduras, lo que no ha logrado.
Pero no, el que debe irse preparando para ir a parar a la cárcel es Micheletti, porque le esperan muchos años de prisión, por su fechoría de haberse dejado seducir por las fuerzas militares, cierto sector retrogrado de la iniciativa privada y del por demás anti- diplomático presidente de la CSJ, que respondió insolentemente: " Uds. hagan lo que quieran". Ese no debe ser el lenguaje de un alto magistrado de la Corte de Justicia.
El mundo está impaciente y no dispuesto a esperar más porque entiende que los golpistas han estado jugando a la ruleta rusa, pretendiendo ir ganando tiempo para que se lleven a cabo las elecciones y ellos lavarse las manos como Pilatos.
El mismo Zelaya ya se prepara para llevar a los tribunales internacionales a la jauría de lobos feroces de los ilegítimos funcionarios hondureños, según se nos ha informado por diplomáticos que pidieron no publicar sus nombres.
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