Líderes del mundo y “seudo economistas” experimentan pánico al cambio
Parte VIII
Por Dr Giorgio Leone. De nuestra Redacción. Semanario AmericasCaribes.
Entender esto no es del agrado de los “todopoderosos” porque ellos están acostumbrados a comerciar indignamente con las necesidades de las mayorías. Creyéndose indispensables y hasta argumentando que les dan trabajo para vivir. Debieron decir para medio vivir, plagados de miserias y necesidades. Mismas que los factores de “don dinero” se ensañan contra el que menos tiene, que es el que gana míseros ingresos para mantener muertos de hambre a sus numerosas familias.
Cuando decimos que la solución es sencilla es porque aseveramos que si decidimos cambiar la estrategia mercantilista por la de los derechos de los trabajadores, y enfilamos hacia políticas de inclusión a favor de ellos, vamos a encontrarnos que estamos camino a una sana “economía de libre mercado funcional”.
Así de simple, sólo le hemos agregado la palabra funcional, para que los de siempre no tengan epítetos de que se trata de un movimiento comunista. Porque cada vez que un organismo, estado o personas defiende los derechos de las mayorías, frescamente los portavoces o parlantes y en todo caso los cabildeadores gratuitos o pagados de los “poderosos” se dedican a pregonar que se trata de sugerencias o medidas comunistas.
Esa actitud es para meter miedo a medio mundo, con fines a que rechacen el bien que les sería dado a todos los desprotegidos y a la casta de intelectuales que ya trataremos más adelante. De quiénes se trata y cuál debe ser su participación e inclusión en el mundo de los negocios.
Como dijera en cierta ocasión Juan Pablo II a pulmón abierto, en gira por latinoamerica: “Todos debemos convertirnos en Artesanos de la Paz y Defensores de los Desprotegidos”. Acaso esta idea humana del prelado de la iglesia católica tenía tinte comunista o se trataba mas bien de una actitud espiritual y humana frente al desafío?
Vaya genialidad la del Santo Padre, que no encontró eco, y ni siquiera importancia le dieron los que más se beneficiarían de dicha intención o proclama.
Por ese motivo es que resulta dificil sugerir a las mayorías, porque nadie les asesora acerca de sus derechos y obligaciones, para que los “lagartos” del sistema económico no se ensañen contra ellos, apartándolos de sus derechos y sometiéndolos a la tortura del consumismo desnaturalizado. Hipnotizándolos con la idea de que todo el que quiera ser rico lo puede lograr y todo el que deseé comprarse algo lo podrá hacer en libertad.
Vaya qué argumentos desfachatados tienen esos desnaturalizados integrantes de las deshonrosas élites o células de la “economia de libre mercado”, con sus estribillos capitalistas.
Vamos al fondo de lo que proponemos: Economía de libre mercado FUNCIONAL
La clave estriba en la palabra Funcional. Será, por lo tanto, la herramienta que utilizaremos a lo largo de nuestra exposición sobre la economía del mercado.
Porqué funcional? La palabra funcional es clara y contundente, no deja dudas a lo que se refiere. Habla por si misma y la hace firme y convincente. Cuando se dice que un hombre, por ejemplo, funciona, se deberá interpretar como un hombre normal, sano y bien acreditado en sus valores masculinos. Infuncional seria lo contrario, enfermo, incapaz, obsoleto, agotado, cansado, acabado, petrificado, poco o casi nada hombre.
De la misma manera utilicemos la palabra Funcional para referirnos a una política administrativa para llevar el buen control de una empresa, banco, institución de beneficencia, asociación, universidad, colegio, cooperativa, etc. Al decirlo así, estaremos diciendo excelente, muy bueno, racional, estupendo, claro, adecuado para todos; perfecto, pragmático, inteligente, útil, productivo, humano; en sí, funcional a toda prueba.
Funcional es lo que funciona a perfección en cualquier empresa, negocio, política empresarial, de gobierno y sobre todo si se refiere a lo económico. En ésta traducción se deberá tener claro que funcional es lo positivo al ser humano y lo infuncional como la tragedia de lo negativo.
Claro, el contenido de las voces funcional e infuncional, es abordar las distintas posiciones económicas que los especialistas, muchos de ellos aún teóricos en “arducias” o medidas económicas que se dispongan con el propósito de que las mismas den resultados positivos.
Pero cuando dichas medidas solo benefician a un sector de los que están en abierto conflicto, las medidas son categóricamente infuncionales. Porque, por un lado dejan satisfechas a los capitalistas e insatisfechos a los trabajadores, llamados en la era del comunismo proletariado.
Esta palabra incluso fue tenebrosa y pretendía justificar socialmente a una gran mayoría, pero llevaba intereses del estado para que se convirtiera en la piedra de tropiezo de los “todo poderosos”, por lo que se le deberá archivar bajo la categoría de INFUNCIONAL.
CONTINUARÁ...
Giorgio_leone_mia@yahoo.it
Parte VIII
Por Dr Giorgio Leone. De nuestra Redacción. Semanario AmericasCaribes.
Entender esto no es del agrado de los “todopoderosos” porque ellos están acostumbrados a comerciar indignamente con las necesidades de las mayorías. Creyéndose indispensables y hasta argumentando que les dan trabajo para vivir. Debieron decir para medio vivir, plagados de miserias y necesidades. Mismas que los factores de “don dinero” se ensañan contra el que menos tiene, que es el que gana míseros ingresos para mantener muertos de hambre a sus numerosas familias.
Cuando decimos que la solución es sencilla es porque aseveramos que si decidimos cambiar la estrategia mercantilista por la de los derechos de los trabajadores, y enfilamos hacia políticas de inclusión a favor de ellos, vamos a encontrarnos que estamos camino a una sana “economía de libre mercado funcional”.
Así de simple, sólo le hemos agregado la palabra funcional, para que los de siempre no tengan epítetos de que se trata de un movimiento comunista. Porque cada vez que un organismo, estado o personas defiende los derechos de las mayorías, frescamente los portavoces o parlantes y en todo caso los cabildeadores gratuitos o pagados de los “poderosos” se dedican a pregonar que se trata de sugerencias o medidas comunistas.
Esa actitud es para meter miedo a medio mundo, con fines a que rechacen el bien que les sería dado a todos los desprotegidos y a la casta de intelectuales que ya trataremos más adelante. De quiénes se trata y cuál debe ser su participación e inclusión en el mundo de los negocios.
Como dijera en cierta ocasión Juan Pablo II a pulmón abierto, en gira por latinoamerica: “Todos debemos convertirnos en Artesanos de la Paz y Defensores de los Desprotegidos”. Acaso esta idea humana del prelado de la iglesia católica tenía tinte comunista o se trataba mas bien de una actitud espiritual y humana frente al desafío?
Vaya genialidad la del Santo Padre, que no encontró eco, y ni siquiera importancia le dieron los que más se beneficiarían de dicha intención o proclama.
Por ese motivo es que resulta dificil sugerir a las mayorías, porque nadie les asesora acerca de sus derechos y obligaciones, para que los “lagartos” del sistema económico no se ensañen contra ellos, apartándolos de sus derechos y sometiéndolos a la tortura del consumismo desnaturalizado. Hipnotizándolos con la idea de que todo el que quiera ser rico lo puede lograr y todo el que deseé comprarse algo lo podrá hacer en libertad.
Vaya qué argumentos desfachatados tienen esos desnaturalizados integrantes de las deshonrosas élites o células de la “economia de libre mercado”, con sus estribillos capitalistas.
Vamos al fondo de lo que proponemos: Economía de libre mercado FUNCIONAL
La clave estriba en la palabra Funcional. Será, por lo tanto, la herramienta que utilizaremos a lo largo de nuestra exposición sobre la economía del mercado.
Porqué funcional? La palabra funcional es clara y contundente, no deja dudas a lo que se refiere. Habla por si misma y la hace firme y convincente. Cuando se dice que un hombre, por ejemplo, funciona, se deberá interpretar como un hombre normal, sano y bien acreditado en sus valores masculinos. Infuncional seria lo contrario, enfermo, incapaz, obsoleto, agotado, cansado, acabado, petrificado, poco o casi nada hombre.
De la misma manera utilicemos la palabra Funcional para referirnos a una política administrativa para llevar el buen control de una empresa, banco, institución de beneficencia, asociación, universidad, colegio, cooperativa, etc. Al decirlo así, estaremos diciendo excelente, muy bueno, racional, estupendo, claro, adecuado para todos; perfecto, pragmático, inteligente, útil, productivo, humano; en sí, funcional a toda prueba.
Funcional es lo que funciona a perfección en cualquier empresa, negocio, política empresarial, de gobierno y sobre todo si se refiere a lo económico. En ésta traducción se deberá tener claro que funcional es lo positivo al ser humano y lo infuncional como la tragedia de lo negativo.
Claro, el contenido de las voces funcional e infuncional, es abordar las distintas posiciones económicas que los especialistas, muchos de ellos aún teóricos en “arducias” o medidas económicas que se dispongan con el propósito de que las mismas den resultados positivos.
Pero cuando dichas medidas solo benefician a un sector de los que están en abierto conflicto, las medidas son categóricamente infuncionales. Porque, por un lado dejan satisfechas a los capitalistas e insatisfechos a los trabajadores, llamados en la era del comunismo proletariado.
Esta palabra incluso fue tenebrosa y pretendía justificar socialmente a una gran mayoría, pero llevaba intereses del estado para que se convirtiera en la piedra de tropiezo de los “todo poderosos”, por lo que se le deberá archivar bajo la categoría de INFUNCIONAL.
CONTINUARÁ...
Giorgio_leone_mia@yahoo.it
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