Integración Regional Combocumbres de América Latina en Bahía, Brasil.
Los hechos más destacables fueron la reincorporación de Cuba al Grupo Río, la creación de una organización sin EE.UU. ni Canadá y las advertencias a Washington.
Los 33 mandatarios latinoamericanos dieron el puntapié para una verdadera integración.
Fotos: AP. Por Pablo Ramos. De la Redacción de APM
El neologismo “combocumbre” se lo debemos al presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Así se refirió al periplo del lunes y martes pasados en Costa do Sauipe, cerca de Bahía, en el nordeste de Brasil.
Es que en apenas dos jornadas se produjeron los encuentros previstos entre los presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados Asociados, de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), del Grupo Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe para el Desarrollo (CALC).
Un encuentro donde la política se ubicó en el centro de la escena, y no defraudó.
Se dieron cita en esa paradisíaca localidad los cuatro presidentes del Mercosur, los doce mandatarios de la Unasur y 33 representantes de ALC. En una demostración del vuelco que las relaciones intra latinoamericanas, la región que tiene como límite al Río Bravo y al Cabo de Hornos como límite meridional, han dado un vuelco importante en los últimos tiempos.
Si se trata de cambios de fondo o como consecuencia de las recurrentes crisis que azotan la región, no es el propósito de este artículo. Lo cierto es que ”el barrio” mostró una postura diferente frente a Estados Unidos, y en menor relación, con la Unión Europea (UE), con advertencias incluidas.
En primer lugar, el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política, conocido como Grupo Río (fue en Río de Janeiro, Brasil, donde quedó conformado en 1986) cumplió con lo anunciado e incorporó a Cuba a este organismo internacional.
El Grupo Río es considerado como una alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA), dominada históricamente por Washington, y de la cual Cuba fue expulsada por presiones de la Casa Blanca en 1962. Pero los 33 países representados dieron un paso más: quedó conformado un nuevo organismo americano que incluirá a todos los países excepto Estados Unidos y Canadá. Una especie de Contra-OEA.
Pero no sólo se integró a La Habana y se quedaron afuera Washington y Ottawa, sino que se advirtió al presidente electo de Estados Unidos, Barak Obama, que debe ser muy cuidadoso con respecto a la región subriobravense cuando se posesione de la Casa Blanca el 20 de enero.
Desde la propuesta del presidente boliviano Evo Morales, quien dijo que “Sería importante dar un plazo al gobierno de los Estados Unidos para que levante el bloqueo económico a Cuba y si no lo cumple que nosotros retiremos a nuestros embajadores de Washington…” hasta la postura más moderada del mandatario local, Luiz Inacio Lula da Silva, quien, en declaraciones a la prensa, dijo: "Yo soy más cauto. Prefiero darle un tiempo a Obama quien recién va a asumir en enero. Y una vez que esté bien instalado lo podremos invitar a que se reúna con nosotros, los latinoamericanos, para discutir sobre política internacional".
El presidente de Cuba, Raúl Castro agradeció la contundente advertencia a Estados Unidos por el hemicentenario bloqueo a la isla. "Agradezco a los países de América Latina y el Caribe por su firme apoyo a la declaración especial de esta cumbre que reclama el cese de esta ilegal e injusta política violatoria de los derechos humanos de nuestro pueblo", dijo el mandatario caribeño.
El otro tópico que tenía como destino el 1600 Pennsylvania Avenue es la construcción del muro que Estados Unidos levanta en su frontera con México. O mejor explicado, la CALC va a observar qué determinación va a tomar Obama con respecto a este muro de la vergüenza que se levanta en el Siglo XXI. La investigación histórica va a determinar que, precisamente, México y Brasilia fueron las capitales que más impulsaron estas definiciones.
La CALC dio como resultado la creación de una nueva sigla: la Organización de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que debe ocurrir en febrero de 2010.
A nivel Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay no alcanzaron mayores acuerdos. Debido a la negativa de Montevideo fue rechazada la propuesta argentina de nuevo Arancel Externo Común (AEC). Esta medida que se posterga cumbre tras cumbre es la reglamentación que le resta al bloque para convertirse en unión aduanera.
Lo único que puede exhibirse como logro -un modesto logro- es la creación de un Fondo de Garantías para Créditos para las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) por 100 millones de dólares.
Lula da Silva cedió la presidencia pro tempore semestral del bloque a su par de Paraguay, Fernando Lugo. Antes, los Estados habían acordado la extensión de la presidencia del argentino Carlos Chacho Alvarez por un año más al frente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur. En este año calendario que se inicia, Chacho debe convertir a la citada comisión en una Secretaría General.
La Unasur debe esperar al menos hasta abril para saber quién va a ser, precisamente, su secretario general. Al veto que el presidente uruguayo Tabaré Vázquez puso al argentino Néstor Kirchner no le sucedió ningún candidato de consenso, y la presidenta pro tempore de esta organización, la mandataria de Chile, Michele Bachelet, pospuso el tema para resolverse el cuarto mes de 2009.
Como contraparte, quedó constituido el Consejo de Defensa Sudamericano y la aprobación del Informe de la Comisión para el esclarecimiento de los sucesos de Pando, Bolivia. (Ver: “El primer gran logro de la Unasur”. )
Lo más destacable de esta combocumbre son las advertencias a Washington y la no participación de delegaciones ni observadores tanto de Estados Unidos como de ninguna nación en su rol de “potencia regente”. Las declaraciones se repitieron en ese sentido. Algunos dixit de los asistentes:
"No es deseable y no es posible, la reconstrucción de una hegemonía estadounidense en América Latina", dijo Celso Amorim, canciller brasileño, tras lo cual agregó que “Es bueno que ellos vean que tenemos mecanismos de integración y desarrollo que no dependen de la tutela externa".
El presidente de México, Felipe Calderón no se quedó atrás. “Nos encaminamos a formar una organización o una unión que ya no sólo se reúna en un esquema de cumbres, sino que nos organicemos con nuestras propias reglas, una unidad real formal sobre bases sociales, políticas y económicas”, dijo el mexicano. Claro, su país integra junto a Canadá y Estados Unidos el Northern American Free Trade Agreement (Nafta) y hoy padece la depresión económica de su vecino rico.
A pedido de Argentina, Buenos Aires, Brasilia y México van a coordinar un discurso único, para exhibir en la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20) en Londres, en abril próximo. Estos tres países son los únicos integrantes del G-20 de la región, y aceptaron la invitación chilena para que el encuentro se realice en la patria de O’Higgins.
La presidente de Argentina, Cristina Fernández justificó esta decisión en que “de nada vale lo que se diga aquí en los discursos si cuando uno se sienta frente a los poderosos no repite las mismas cosas. Eso también es doble estándar, como el de los organismos financieros multilaterales".
Por último, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez resaltó las fortalezas de este nuevo conglomerado. “Somos 33 países al sur del Río Bravo, 20 millones de kilómetros cuadrados, 550 millones de habitantes, con un PBI de 3,5 millones de millones de dólares, 459.774 millones de dólares de reservas en el 2007, según la CEPAL. Tenemos posibilidades de diseñar soluciones para enfrentar la crisis” , dijo el mandatario bolivariano.
Tras lo cual propuso que aunque sea se destine el 1 por ciento de las reservas monetarias al Banco del Sur, organismo que en esta oportunidad quedó fuera de agenda. Una lástima, es en momentos como los actuales en los que más se los necesita, y en Costa do Sauipe donde más clima de consenso latinoamericanista existía.
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