sábado, 15 de septiembre de 2007

La Ronda de Doha, sus efectos y disyuntiva


Por G. Leone

II PARTE

“El sistema multilateral de comercio, se puntualiza, desempeña una función vital al defender los intereses de todas las naciones que realizan intercambios mercantiles”.

Hasta dónde será cierto esta aseveración?

Siguen diciendo que “en virtud de los principios de trato nacional y no discriminación, la OMC (Organización Mundial del Comercio), ofrece un foro de negociación y, por el recurso a la reclamación en casos de violación de los acuerdos, encarna un sistema basado en norma que contribuyen a que el comercio internacional impulse el crecimiento y el desarrollo”.

Lo dicho suena a retórica y no se sabe en donde empieza la realidad, pues si la OMC fuera el árbitro ético y persuasivo, ya debió haber convencido o condicionado a los paises ricos a abrirse sin temer a los que apenas pueden con sus cargas, como son los paises pobres.

Para muestra solo diremos que los paises de los mercados emergentes como Brasil, México, China y la India, igual no logran los acuerdos equitativos y eso que los mismos por sus economías más fuertes debieran tener el poder de lograr el cumplimiento de acuerdos justos. Sin embargo viajan a la deriva, soslayando y consiguiendo tratos bilaterales provisorios.


Pero perseguir que estos desmantelen sus aranceles y dejen la vía libre para que sean azotados por el poderío económico, mercadólogico, publicitario, de ventas y de distribuición de los productos industrializados, es pretender timar a los gobiernos que hoy defienden los derechos de los empresarios en pleno desarrollo o por desarrollarse.


No se debería de negociar una igualdad de condiciones. Si de verdad se quisiera apoyar a los paises pobres, se tendría que pedir un beneficio del 20% de la liberalización a los paises en desarrollo, y los paises industrializados dar un 80% de beneficios, sobre todo en el mercado agrícola, que es donde ellos pueden ser más fuertes que a nivel industrial. Sin embargo, si podrían ir camino a la agro industrialización poco a poco, para competir en los grandes mercados consumidores.


El Futuro de los paises pobres debería ser producir para dar de comer al mundo globalizado y no ponerles el oasis de que tienen los mismos derechos a industrializarse, porque se cae en un gran engaño. El fuerte de los paises en desarrollo está en su agricultura, con millones de campesinos individuales y no en sus industrias.


Que esos rubros se les deje a estos paises para que se desarrollen y no se compita con ellos, hasta con subvenciones a las industrias agrícolas de los paises industrilizados.


Pero no hay voluntad política, sólo se pretende sacar ventajas y no dar nada a cambio; y, si por último, ellos argumentan que han liberalizado sus mercados rebajando aranceles a productos industriales, eso es una utopía magistral. La razón es muy simple: los paises en desarrollo no tienen la capacidad de producir a niveles industriales los productos que sus competidores estarían dispuestos a dejar entrar a sus mercados con bajos aranceles y hasta sin ellos.

Es como suelen decir los ricos a los pobres, uds también pueden ser ricos si trabajan igual que nosotros. Mentira, falacia, demagogia.

Abran bien el entendimiento y todo será distinto amigos inversionistas y prestamistas ricos. Viajeros incansables, ávidos de sendos dividendos en el comercio mundial, que deje grandes beneficios económicos por las constantes alzas en los precios, presionados por el interés de los inversionistas con beneficios traducidos en cifras astronómicas. No importa que para ello se deje en crísis los bolsillos de los medio pobres y pobres completos, que deberán pagar más por los mismos productos de un día para otro.


Continuará...

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