Por Dr. Giorgio Leone. De nuestra Redacción. Semanario AmericasCaribes
El futuro presidente de los Estados Unidos de Norteamerica no debe ser el más carismático, ni el más guapo, joven ni el más viejo, mucho menos el más zorro.
El mundo -ya no el pueblo estadounidense- espera que ellos puedan votar por el más inteligente y capaz para superar la terrible crisis que se vive en la actualidad a nivel mundial.
Una crisis social, política y económica que podría sorprender a muchos que aún creen que se puede salvar de escollos el desbalance económico de la banca mundial.
El pueblo de los Estados Unidos no se puede volver a equivocar como lo hizo con el actual presidente George Bush.
El pueblo de los Estados Unidos no se puede volver a equivocar como lo hizo con el actual presidente George Bush.
Ni los propios estadounidenses lo soportarían, porque el país anglo está en la mirilla como el responsable de la deblace económica y social, amén de la política y de seguridad mundial.
La prueba es que hoy más que nunca los enemigos de la paz, como los musulmanes en particular, están más cerca de otros pueblos que ni conocían que existían.
El modelo guerrista de Bush es arrogante, autoritario, impositivo, imprudente y criminal.
No se puede hablar de terrorismo cuando se usan los mismos métodos para pretender someter al mundo con argucias.
El ejemplo, desde el desdichado 11 de septiembre del 2001 para nuestros días, ha sido la estrategia de dominio mundial que quedó clara para muchos de nosotros, menos para los seudo estadistas que no imaginaron del castigo que recibirían por su ignorancia en política exterior e impositiva, al apoyar a un gobierno descabellado y despistado con los queahaceres del mundo.
Y a los que no somos estadounidenses no nos importa si otro Bush o seguidor suyo alcance la presidencia, sino el poder elimnar la maldición que cayó sobre nuestros pueblos pacíficos, porque de quedar otro Bush sería la desgracia más horrible que los pueblos americanos del norte, centro y del sur, así como los de las Antillas, europa, asia y oceanía, experimentarían.
No, no puede ser posible que se sea tan miope e inhumano el pueblo estadounidense de votar a favor de los enemigos de las sociedades mundiales, el estilo republicano de esa gran nación.
Y a los que no somos estadounidenses no nos importa si otro Bush o seguidor suyo alcance la presidencia, sino el poder elimnar la maldición que cayó sobre nuestros pueblos pacíficos, porque de quedar otro Bush sería la desgracia más horrible que los pueblos americanos del norte, centro y del sur, así como los de las Antillas, europa, asia y oceanía, experimentarían.
No, no puede ser posible que se sea tan miope e inhumano el pueblo estadounidense de votar a favor de los enemigos de las sociedades mundiales, el estilo republicano de esa gran nación.
El ejemplo es muy sencillo, los señores republicanos ancestrales y actuales no tienen derecho a quitar los sueños de todos los que creyeron que se venían tiempos mejores, con un presidente estadounidense que se desbordaría en ser puente de soluciones, pero que lo único que resultó ser fue hacer la guerra para alcanzar la notoriedad y el dominio de los mercados mundiales, a través del sometimiento de los nefastos presidentes que, por un plato de lentejas, hipotecaron su alma al enemigo, convirtiendo a su país en el más desvergonzado, al apoyar una política expansionista y decadente.
Vivir soñando fue lo que le pasó a la mayoría de presidentes del mundo, incluso a los europeos, que por su ambición de asegurarle sus negocios a los más poderosos le vendieron su alma a Norte América. Apoyando al presidente estadounidense en la más depravada de las guerras, como la de Afganistán y la de Irak, donde han sacrificado a miles, no sólo miembros de su ejército que creyeron en el patrotismo que les impusieron, sino han muerto decenas de miles de inocentes víctimas iraquíes y afganos.
El panorama político entonces está más que definido, debe ganar la presidencia de los Estados Unidos de Norte América un joven abogado prestigioso, inteligente y de la raza negra, pero no por eso incapaz para gobernar ese gran país de otroras simpatías.
Vivir soñando fue lo que le pasó a la mayoría de presidentes del mundo, incluso a los europeos, que por su ambición de asegurarle sus negocios a los más poderosos le vendieron su alma a Norte América. Apoyando al presidente estadounidense en la más depravada de las guerras, como la de Afganistán y la de Irak, donde han sacrificado a miles, no sólo miembros de su ejército que creyeron en el patrotismo que les impusieron, sino han muerto decenas de miles de inocentes víctimas iraquíes y afganos.
El panorama político entonces está más que definido, debe ganar la presidencia de los Estados Unidos de Norte América un joven abogado prestigioso, inteligente y de la raza negra, pero no por eso incapaz para gobernar ese gran país de otroras simpatías.
Barack Obama se perfila como el salvador económico y como el mejor amigo del mundo, y no como lo que hoy representa Estados Unidos a las naciones civilizadas, como el policía que quiere intervenir hasta en su vida más íntima.
Las cartas están tiradas, los republicanos abusaron de su poder, de su privilegiado estatus de ser el país más poderoso del planeta y hoy se sumergen sin dignidad ni verguenza como el país que fracasara en todo, en los planos políticos, porque los problemas con Corea del Norte jamás se superaron, y con Irán se está aún bajo la amenaza de la guerra.
Las cartas están tiradas, los republicanos abusaron de su poder, de su privilegiado estatus de ser el país más poderoso del planeta y hoy se sumergen sin dignidad ni verguenza como el país que fracasara en todo, en los planos políticos, porque los problemas con Corea del Norte jamás se superaron, y con Irán se está aún bajo la amenaza de la guerra.
Con Rusia se han encrudecido las relaciones entre ambas potencias y en el Medio Oriente el volcán está en erupción, gracias a la política intervencionista y elitista del gobierno republicano de Bush.
El plano social no podía estar más lejos de la justicia, porque el presidente de los Estados Unidos es un gobierno insensible, soberbio y ciego; y, en lo económico no es mucho lo que debemos opinar, la muestra está a los ojos del mundo. Estados Unidos sucumbió por la desmedida ambición de sus hombres y mujeres más ricos del país, que jamás acertaron en su política económica inepta, fiscalizadora y voraz.
El mundo y los estadounidenses no se pueden permitir otro gobierno republicano tipo Bush, porque sería como ser cómplices de ese partido político que nada bueno le ha dado al mundo, sino 8 años de persecución, arresto y expulsión a hipanos que llegaron a hacer más poderoso al país de Norte América, con mano de obra barata para construir sus edificios, sus puentes y super carreteras.
El plano social no podía estar más lejos de la justicia, porque el presidente de los Estados Unidos es un gobierno insensible, soberbio y ciego; y, en lo económico no es mucho lo que debemos opinar, la muestra está a los ojos del mundo. Estados Unidos sucumbió por la desmedida ambición de sus hombres y mujeres más ricos del país, que jamás acertaron en su política económica inepta, fiscalizadora y voraz.
El mundo y los estadounidenses no se pueden permitir otro gobierno republicano tipo Bush, porque sería como ser cómplices de ese partido político que nada bueno le ha dado al mundo, sino 8 años de persecución, arresto y expulsión a hipanos que llegaron a hacer más poderoso al país de Norte América, con mano de obra barata para construir sus edificios, sus puentes y super carreteras.
Levantar las cosechas de alimentos, sostener sus servicios en la industria turística, limpiando las centenas de miles de habitaciones de hoteles; lavando platos, limpiando pisos de hospitales, restaurantes, congresos y empresas; construyendo autos y petroquímicos.
Sin embargo, se ensañaron contra ellos y los apresaron, violándoles sus derechos y los expulsaron mañosamente, dividiendo a miles de familias. Es esto justicia y política de buenos vecinos con Latinoamerica?
Juzgue Usted y vote con conciencia!
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