lunes, 18 de febrero de 2008

Ingreso de Venezuela al Mercosur




Una desición categórica para consolidar el bloque

Por Cristian Lora | Desde la Redacción de APM

Si el Mercosur quiere apuntalarse como una fuerte unidad de poder en la región deberá lograr la aprobación del protocolo de adhesión de Venezuela que por estos días está en mano del legislativo brasileño y paraguayo.


Era diciembre de 2007 y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, evitando fijar la mirada sobre sus pares del Mercosur disparó: “Yo creo que en algún momento habrá que darle a los venezolanos un premio por la espera que venimos llevando”.
El sol pegaba fuerte en la capital uruguaya. Dentro del histórico Edificio del Mercosur, frente a las costas del Río de la Plata, el plenario de Jefes de Estado del bloque regional llevaba unos cuantos minutos y la frase marcó un momento tenso. Sin embargo el líder bolivariano decidió no ir más allá. Continuó con su discurso, pero decidió que el reclamo no supere esa ironía.

Las negociaciones para el ingreso de Venezuela al bloque comenzaron en septiembre de 2005. Si bien los primeros pasos se hicieron a buen ritmo mientras la tarea era responsabilidad del poder ejecutivo, las trabas llegaron cuando la posta pasó al plano legislativo. Ahí entraron en una espiral del que aún no lograron escapar.

Es que desde lo jurídico formal existe un protocolo de adhesión que tienen que aprobar los parlamentos de los países miembros. En Argentina y Uruguay ambas cámaras ya lo aprobaron. En Brasil, la cámara de Diputados lo trató con éxito a fines del año pasado y pasó al Senado, quizás la sala más conservadora del legislativo brasileño.

La negativa de la legislatura carioca llevó, en junio del año pasado, a una escalada de tensión entre los gobiernos de Venezuela y Brasil.

Hugo Chávez acusó a la cámara de Diputados de ser “un loro que repite lo que dice Washington” después de que ese órgano legislativo le pidiera reconsiderar su decisión de no reanudar la concesión del canal de televisión RCTV.

Las declaraciones circularon en todas las direcciones, Venezuela dijo que buscaba sumarse “con el objetivo a contribuir en el reformateo del Mercosur para que vaya más allá” de los temas comerciales o de liberación económica. Por su parte, El canciller brasileño, Celso Amorim, dijo que Chávez debía disculparse con el Congreso de este país.

A fin de cuentas, los cruces ocasionaron que el Presidente venezolano no asistiera a la cumbre de Jefes de Estado que por esos días tuvo lugar en Asunción y que los diputados brasileños posterguen la votación y le dieran media sanción al Protocolo de Adhesión recién en diciembre del año pasado.

“Desde lo político hay un reclamo de Venezuela”

Desde la Cancillería argentina dijeron a APM que el escollo más grande es Paraguay. Allí, las elecciones presidenciales del 20 de abril marcan la agenda. “Cuanto más se acerque la fecha de las elecciones más difícil será avanzar en este tema”, dijeron.

Sin embargo, funcionarios argentinos se empeñaron en señalar que en paralelo se avanza en las negociaciones que van dando forma al sistema de comercio entre Venezuela y el Mercosur.

“La cuestión legislativa no está atrasando el proceso, las cuestiones comerciales también llevan tiempo. Las negociaciones con Uruguay y Paraguay están casi cerradas mientras que recién se comenzó a negociar con Argentina y Brasil”, afirmaron desde el Palacio San Martín (sede de la Cancillería argentina).

Los principales obstáculos están en el plano político. Así lo reconocen desde la Cancillería: “está claro que desde lo político hay un reclamo, una demanda desde Venezuela para que se acelere el estado parlamentario", reconoció el embajador Eduardo Sigal.

El documento final de la cumbre de Montevideo fue sólo un texto con obviedades y buenas intenciones. En esa reunión, la presidenta argentina Cristina Fernández recibió de su par uruguayo, Tabaré Vázquez, la Presidencia Pro Témpore del bloque del bloque.

Durante estos meses hay dos puntos en los que se deberá avanzar con niveles importantes de urgencia. El primero de ellos tiene que ver con las asimetrías entre las economías de los países parte. Si no se avanza en eso la próxima cumbre estará una vez más atravesada por el mismo eje.

El otro punto es la incorporación de Venezuela. Si el gobierno de Cristina Fernández no logra acelerar las negociaciones en Brasil y Paraguay quizás Chávez no tenga una postura tan benévola como la de la última reunión de Montevideo.

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